Organizar una boda siempre es complicado, tienes tantos detalles que atender que te vuelves loco. Bien, pues en una boda como la que nosotros pretendemos, las complicaciones se multiplican. No es lo mismo contratar un restaurante que lo organiza todo, el cóctel, la comida, la música, el baile... y que tienen su finca o sus salones, que prepararlo en tu jardín teniendo que organizar cada uno de los detalles, ¡Vaya locura!, ¡Madre mía! ¡Y menudo dineral!
Nuestra intención es transformar la casa en un auténtico y paradisíaco rincón de Hawaii, así que hay que disponer las flores, los adornos, el escenario, contratar mobiliario, camareros, barman, música y alguna actividad o entretenimiento para los invitados. Además habrá que construir una barra y salpicar todo de toques tropicales ¡Todo un desafío!
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